Una y otra vez, chiquita, te suspiro pensando en todo lo que me imaginé con tanto miedo en los últimos años, todo lo que yo te tenía que cuidar cuando vos estuvieras mal, todo lo que no te cuidé cuando vos sufriste tanto.
Tantas cosas me imaginé tantas veces... pero nunca que iba a tener que estar tan lejos arrancándome los pelos sin poder hacer nada para ayudarte, ni siquiera para acompañarte. Yo que pensé que iba a sentir que nada tiene sentido, ahora sólo puedo pensar en lo bien que me hiciste, lo mucho que me enseñaste y en lo feliz que fui con vos.
Te guardo siempre, te llevo conmigo.

¿Me escuchás, chiquita?
Te quiero para siempre
No hay comentarios:
Publicar un comentario